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A.CRE 101: Modelando la Ocupación Física vs. Económica en Bienes Raíces Comerciales

Un error común al analizar una propiedad comercial es asumir que un alto nivel de ocupación física equivale a un buen rendimiento financiero. Sin embargo, en la práctica, la ocupación económica, es decir, los ingresos efectivamente generados, puede contar una historia muy diferente. En la suscripción y modelado de activos inmobiliarios comerciales, ocupación no siempre significa estabilidad. Dos propiedades con un 90% de ocupación pueden presentar flujos de efectivo radicalmente distintos, dependiendo de la puntualidad de cobros, concesiones y estructura operativa.

Aquí entra en juego la diferencia entre ocupación física, espacio efectivamente arrendado, y ocupación económica, ingresos efectivamente cobrados.

Mientras la primera refleja qué porcentaje del espacio está físicamente arrendado, la segunda mide cuánto de ese espacio realmente produce flujo de caja. Esta distinción es fundamental para llegar a un ingreso neto operativo (NOI) estabilizado realista y evaluar correctamente la salud operativa del activo.

Comprender esta diferencia es esencial para estimar correctamente el NOI estabilizado, punto de equilibrio operativo, y la capacidad de pago del activo.

Ocupación Física vs. Ocupación Económica: Conceptos Clave

Ocupación Física

Corresponde al porcentaje del área rentable total (NRA) actualmente arrendada o en uso por inquilinos, independientemente de si estos están pagando o no.

Por ejemplo, un edificio de oficinas con 9,000 m² arrendados sobre un total de 10,000 m² presenta una ocupación física del 90%.

Este indicador es útil para medir la absorción de espacio en el mercado, pero no necesariamente refleja el flujo de ingresos efectivo.

Ocupación Económica

Refleja el porcentaje de los ingresos contractuales realmente percibidos respecto al ingreso potencial a ocupación plena (Potential Gross Income). Se ajusta por vacancia, morosidad, concesiones o periodos de renta gratuita.

Si de esos 9,000 m² arrendados, algunos inquilinos están en mora, disfrutan de periodos de gracia o tienen descuentos temporales, el flujo real podría representar solo el 75% del ingreso potencial, es decir, una ocupación económica del 75%.

Ocupación Económica

Del modelo teórico a la realidad operativa

Tal como se explicó en el artículo El camino hacia un NOI estabilizado, una propiedad puede estar físicamente arrendada pero aún lejos de generar un ingreso neto operativo estabilizado, debido a pérdidas por vacancia, morosidad o incentivos de arrendamiento.

En la práctica, los modelos financieros parten de un escenario de ocupación teórica del 100% (el Potential Gross Income, o PGI). Desde ahí, se aplican ajustes para reflejar condiciones reales:

  • Pérdida por vacancia física,
  • Pérdida crediticia o incobrabilidad,
  • Concesiones o descuentos temporales.

El resultado es el Ingreso Bruto Efectivo (EGI), una métrica clave para alcanzar el NOI estabilizado. Este proceso replica el paso desde un flujo idealizado a un flujo realista y medible.

Estos ajustes son los que transforman la ocupación física en ocupación económica y determinan la verdadera capacidad del activo para generar flujo operativo.

En las discusiones del foro se han destacado conceptos como el “Breakeven” o “punto de equilibrio”, incluyendo términos específicos como “ocupación Breakeven” o “ingresos Breakeven”. Cabe destacar que estas no son consideradas métricas primarias en inversiones institucionales, pero sí cumplen una función de análisis de riesgo operativo. 

El Breakeven de ocupación indica qué porcentaje mínimo de ocupación económica requiere una propiedad para cubrir sus gastos operativos y servicio de deuda.

En Excel, la fórmula típica es: (Gastos Operativos + Servicio de Deuda) / Ingreso Bruto Potencial

Por ejemplo, si una propiedad con PGI de $1,000,000 tiene $600,000 en gastos y deuda, su ocupación de punto de equilibrio es 60%. Esto significa que, con ingresos efectivos equivalentes al 60% del PGI, el activo cubriría sus costos totales, sin generar ganancia neta.

En la suscripción inmobiliaria, esta ratio ayuda a responder: ¿Cuánto puede caer la ocupación económica antes de que el activo deje de cubrir sus gastos y deuda?

Enfoque Base

En modelos avanzados, el analista debe distinguir entre vacancia física y pérdida económica para reflejar con precisión las fases de estabilización.

Normalmente se parte del Ingreso Potencial Bruto (Potential Gross Income) y se aplican los ajustes siguientes:

EGI = PGI × (1 – Vacancia Física) × (1 – Pérdida Crediticia)

Esto permite incorporar simultáneamente la desocupación y la falta de cobro.

Ejemplo práctico:

Supongamos un ingreso potencial anual de $1,000,000.

  • Vacancia física: 10%
  • Pérdida crediticia: 15% sobre ingresos ocupados

Entonces:

  • EGI = $1,000,000 × (1 – 0.10) × (1 – 0.15)
  • EGI = $1,000,000 × 0.90 × 0.85 = $765,000

Esto implica que, aunque el 90% del espacio esté ocupado, el flujo real corresponde solo al 76.5% de los ingresos potenciales, reflejando una ocupación económica del 76.5%.

De ahí se derivan:

  • NOI = EGI – Gastos Operativos
  • Ratio de cobertura del servicio de la deuda (DSCR) = NOI / Servicio de Deuda

Esta simulación permite medir cómo las pérdidas de ingreso afectan directamente la capacidad del activo para sostener su financiamiento.

Ejemplo de Impacto en Métricas Financieras: NOI y DSCR

La diferencia entre ocupación física y económica tiene consecuencias directas.

  • NOI (Ingreso Operativo Neto):

Una ocupación económica baja reduce el NOI y, por ende, el valor del activo si se capitaliza a tasa constante (Cap Rate).

  • DSCR (Ratio de cobertura del servicio de la deuda):

Al disminuir el flujo operativo, el margen para cubrir el servicio de la deuda se estrecha, elevando el riesgo financiero.

Si el NOI proyectado cae de $600,000 a $450,000 debido a pérdida crediticia, el DSCR podría pasar de 1.5x a 1.1x, acercándose peligrosamente al umbral de incumplimiento.

Ajustes avanzados: “Cálculo bruto “o “Grossing Up” y estabilización

El proceso de “grossing up” o “Cálculo del total bruto” consiste en ajustar una línea de ingresos o gastos como si el activo operara al 100% de ocupación, con el fin de lograr comparabilidad y coherencia en la proyección.

Por ejemplo:

  • Si una propiedad opera al 85% de ocupación, pero, por ejemplo, el mantenimiento de las áreas comunes (CAM) deben reflejar los costos totales, se “grossean” al 100% para mantener la proporcionalidad.
  • En otros ingresos, el analista puede decidir no “grossear” los ingresos si el rubro ya refleja el total teórico o si el mercado aplica una vacancia general más adelante en la proforma.

No existe una única manera “correcta” de hacerlo: depende del propósito del modelo, las convenciones de la firma y el tipo de activo.

La clave está en ser consistente y lógico al decidir si se modela la vacancia a nivel de renta, ingresos totales o ingreso bruto general.

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Buenas Prácticas para Analistas

  1. Separar la vacancia física y la pérdida crediticia en el modelo para evaluar cada impacto por separado.
  2. Incluir un ajuste dinámico según fase del ciclo (lease-up, estabilización o madurez del activo).
  3. Monitorear la diferencia entre PGI, EGI y NOI como indicador de gestión operativa.
  4. Usar tasas conservadoras de vacancia y pérdida crediticia basadas en comparables de mercado.

Ocupación Económica

Conclusión

Comprender la diferencia entre ocupación física y económica permite a los analistas pasar de una visión superficial a una comprensión integral del riesgo operativo.

El análisis de ocupación económica, complementado con métricas como el Breakeven Occupancy y el NOI estabilizado, ayuda a responder tres preguntas esenciales:

  1. ¿Qué tan sostenible es el flujo operativo actual?
  2. ¿Cuánto espacio puede perderse antes de afectar la cobertura de deuda?
  3. ¿Cuán cerca está la propiedad de su punto de equilibrio real?

En definitiva, no se trata solo de cuántos metros están ocupados, sino de cuánto dinero realmente entra en caja.

Y ese matiz, el paso de lo físico a lo económico, es lo que diferencia un modelo descriptivo de uno verdaderamente analítico.

Acerca del Autor: Emilio es un Analista Financiero del equipo de A.CRE. Tiene una formación diversa, con experiencia en economía de importación y exportación, blockchain, marketing, programación y comercio. Ha construido su carrera involucrándose en proyectos que le apasionan, lo que le ha llevado a interesarse por el sector inmobiliario comercial y por A.CRE. En su tiempo libre, le encanta cocinar y aprender más sobre tecnología. Para contactar a Emilio por correo haz click aqui.